Los templos en Japón son uno de sus más destacados tesoros culturales y arquitectónicos. De hecho, el templo japonés forma parte del paisaje nipón como un elemento más. No es de extrañar que prácticamente cada ciudad y cada pueblo tenga al menos uno, ¡incluso cientos como en Kioto! En este artículo, te enseñaremos todo sobre los templos en Japón y te mostraremos algunos de los templos más emblemáticos, desconocidos y menos turísticos que vale la pena visitar.
Sanmon: la gran puerta principal La magnitud de un templo japonés a menudo se refleja en sus puertas, ya que su tamaño indica la importancia del templo. Normalmente, encontrarás una gran puerta principal, conocida como Sanmon, y, posiblemente, algunas secundarias que te guiarán hacia el edificio principal. Sanmon, que se traduce como «puerta de la montaña», rememora los primeros días del budismo en Japón, cuando los templos se situaban en las cimas montañosas
Edificio o sala principal, el alma del templo El edificio principal de un templo japonés es donde los fieles van a rezar. Estos edificios o salas son el corazón del templo y es donde suele albergar la imagen principal de Buda y otras deidades. Su denominación puede variar en función de la secta budista a la que pertenezca el templo: kondō, hondō, butsuden o amidadō. Sala de conferencias: un espacio para el aprendizaje budista La sala de conferencias, o Kodo, es un espacio donde los monjes y los fieles se reúnen para impartir y estudiar las enseñanzas budistas. El refectorio, saboreando la vida monástica El refectorio o Jiki-do, es donde los monjes toman sus comidas, aunque generalmente está cerrado al público. La comida, preparada de acuerdo con las normas budistas, es simple, reflejando la práctica del ascetismo.